¿Hasta
cuándo puedo confiar en tus palabras?
Me
pides que busque la salvación en tu nombre,
que
desfallezca, aguarde, vague, permita
que
me olviden todos. Me ilusiono creyendo en la visión
de
tus encantos, y acato atenta tus preceptos.
Para
los desengañados, debo abrir amplias fosas.
Y
entrego mi cuerpo a aquellos que lo necesiten.
Una
vez más padezco, y aguardo, y me vuelvo
nada,
un retazo, una sombra perturbada,
hasta
que me canse e indague por los siete llantos
de
mi alma exánime: ¿un día me consolarás?
Abro
la mano y persigo los rastros de mi destino.
Me
extravío allí tantas veces que ya no distingo
a
mi único suplicio: ¿tú, cuándo me consolarás?
Floriano
Martins
Brasil
Fortaleza,
1957
No hay comentarios:
Publicar un comentario