En el pasillo
ocurre el azulejo: ojo azul que
parpadea
Feliz ante el
hallazgo del grano de azúcar.
Ocurre el aroma
mensual del lirio color
ladrillo.
En el pasillo
ocurre el rebote del balón
que suspende la
siesta.
Ocurre la
impaciencia por recoger la ropa
seca
Que la lluvia
amenaza con empapar y la
carrera
hacia la cocina
para intentar salvar la leche
que ya no es de
este mundo.
En el pasillo
ocurre la hamaca: balanceante
paraíso
para el
encuentro con Sabines y Alejandra.
Y ocurre la
noche: cuando el mirto
emborracha al
aire
Y los bonches
son estrellas rojas
que encienden el
cielo verde del jardín.
y ocurre
también, ni más faltaba,
el despiadado
dolor de tu ausencia.
Colombia
Majagual,
Sucre, 1970
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