25 febrero 2018

Juan Felipe Robledo, El habla

Luchamos por hacer brotar del oscuro silencio
un momento distinto
en el que los árboles nos recuerden el hogar
y en paz estemos con los hombres.
Nos atrevemos a este himno,
sabiendo que en el alado mañana
hay una sonrisa que nos espera
y una confesión que brilla entre los nombres
y también en los verbos.
Aguardamos concluir el canto que jamás termina
para no tener que cruzar el Leteo
y saber que, en albo tiempo,
luego de las tardes,
habrá sosegada dicha y abrazos y amor comentado.
Juan Felipe Robledo
Colombia
Medellín, 1968

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