No dejo que la
caridad
confunda mi alma
con imágenes
de águila y
antílope;
no soy, por mi
carácter, nada de eso.
Siendo humana, he
nacido en soledad;
Por ser mujer, me
persiguen rudamente;
Vivo exprimiendo
de una piedra
el pequeño
alimento que me gano.
Con máscaras
adustas y violentas
pasan los años, en
una sola fila;
Pero ninguno
mereció mi miedo
y ninguno ha
escapado a mi sonrisa.
Estados Unidos
Nueva York, 16 de
diciembre de 1928
No hay comentarios:
Publicar un comentario