05 mayo 2016

Antonio Gómez Hueso, A un poeta sin sepulcro

Pirueteó con los chopos y la luna,
desnudó el alma gitana aguitarrada,
lanzó versos, música y teatro a las gentes,
desacopló Nueva York y sus demonios,
mostró a la mujer en su más alto valor,
lloró, denunció y luchó por el pueblo,
poetizó la campiña, el aire y el mar,
floreció entre braceros, campo y soledad,
gozamos su colosal clarividencia.

La tierra sigue reteniendo sus restos,
mas no nos urge sepulcro donde llorar,
porque nunca se marchó, brota por doquier.
Su luz continúa alumbrando al mundo,
su voz sigue guiándonos en la oscuridad.

Antonio Gómez Hueso
España

Torredonjimeno, Jaén 2 de agosto de 1953
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2 comentarios:

José Manuel dijo...

El fin del poeta, pero que núnca se borrará su huella.
Genial Antonio!!

Besos

Antonio Gómez dijo...

Gracias, José Manuel (y a Trini también).